Rompiendo con toda posibilidad
De que se cumpla lo inesperado
Sentada, no en frente ni al lado,
Sino justamente en la silla que espera
En todas las ocasiones, en distintas situaciones,
En todas las habitaciones,
Menos en la mía,
Porque ocupé ese lugar.
Mas, entre sueños y desaciertos,
Te imagino arribando,
Arruinando dulcemente
Mi hipótesis de corazón solitario.
Quiero recibirte, quiero tocarte
Quiero, quiero, de verdad te quiero.
Los diferentes colores dentro de mi boca
Hicieron su efecto,
Me engañan, me mienten
Y así, desapareces lentamente.
¿Qué puedo hacer?
¿Por qué cada vez que vienes
Es por tan poco tiempo?
Será acaso una más de tus jugarretas,
Esas de amantes torpes,
La apariencia de un rico almuerzo,
Cuando realmente
Es solo el pedido, mi pedido.
¿Me acompañas?
Si puede hacerlo Aznar
Por tanto rato,
¿Qué te lo impide?
¡Si!
Ahí apareces de nuevo,
Ven, hay espacio
Incluso podría ponerte un puesto.
Golpes de ladrillos de colores
Todo está naranjo,
Un poco rojo, un poco blanco.
¡No!
Te marchaste,
¿Por qué cada vez que vienes
Te vas tan luego?
Si con Spinetta estoy varios minutos
¿Qué pasa contigo?
Dejaré los frascos,
Los boté,
Los tiré al suelo,
Pero así no vendrás,
Así lo recuerdo
La última vez que los lancé.
Es el Manu
El que se escucha ahora
Sublime entre nosotros,
Con una dosis de infortunios
Yo decido no almorzar.
Con sobredosis de ilusiones
Tú decides no venir más.
Entre rimas inexpertas
Estas palabras llegan al final,
Al igual que el respirar
De esta alma quebrantá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario