jueves, 9 de diciembre de 2010

Vida Precaria


A un suspiro de tus labios,
Me detengo, me entorpezco, desaprovecho,
Recapacito y me entristezco,
Voy a alcanzarte y,
Con mis pies lentos avanzo ágil
Sigo persistente los kilómetros de distancia,
No hay manera de desviarme,
La estela temerosa persigue mis pasos
E intercepta mi llegada, me desorienta.
Sigo atenta la ruta, [hacia ti,]
Pisadas de terror van detrás, se acercan
Sin cautela y por mi descuido
Ahora van paralelas, evitando lo absurdo
Siempre a deriva de mis impulsos;

Qué ata, qué obtura, qué estanca
Qué pasa, qué atasca, qué frena
Qué atora, qué traba, qué atranca…

Cuando pude volar, preferí esperar
Tiempo para a otros ojos contentar,

Ellos
, expectantes a la salida
Y mi voluntad, dormida.
Cuando quise volar, el viento golpeó mi cara
Fracaso mi vuelo y arruinó mis alas,
En el suelo quedó el aliento, el deseo
Los acicates se revolvieron, se sumergieron
Por la vasta marea de la ansiedad cobarde;


Qué reprime, qué sujeta, qué sostiene
Qué impide, qué alarma, qué detiene,
Qué entorpece, que apresa, qué contiene…

Así, comprendo lo efímero, [la vida,]
Días completos pasan, desaparecen,
Las oportunidades se pierden,
La aflicción crece,
Tú permaneces;
Y el presente fundido, humeado
Nos llama la atención
Y nos asusta con su:
Víveme que ya me voy.